Elegir un calzado inadecuado no solo afecta a la comodidad diaria: también puede provocar deformaciones en los pies que, a largo plazo, derivan en dolores crónicos, problemas de postura e incluso lesiones en rodillas y espalda.
En este artículo, la Dra. Roser Poblet, especialista en salud del pie y asesora de Garós, explica las señales más frecuentes que indican que tus zapatos no respetan la forma natural de tus pies.
Señales de que tu calzado te está deformando
-
Juanetes o hallux valgus
Aparecen cuando los zapatos tienen una puntera estrecha que empuja los dedos hacia dentro. -
Dedos en garra o martillo
Surgen por falta de espacio y rigidez en el calzado, forzando la flexión permanente de los dedos. -
Callosidades y durezas
Si siempre aparecen en los mismos puntos, es una señal clara de presión excesiva del zapato. -
Dolor en el arco o talón
Puede estar provocado por suelas con tacón o alzas que alteran la biomecánica natural del pie. -
Uñas encarnadas
El roce constante de una puntera ajustada provoca inflamación y lesiones en las uñas.
¿Qué características debe tener un zapato saludable?
-
Puntera ancha → Respeta el espacio natural de los dedos.
-
Flexibilidad → Permite el movimiento natural del pie.
-
Suela fina y plana → Evita desniveles que cambian la postura corporal.
-
Ligereza y transpirabilidad → Favorecen la comodidad y la salud del pie.
Consecuencias de no actuar a tiempo
El uso continuado de calzado inadecuado no solo afecta a los pies. Puede provocar desalineación en rodillas, sobrecarga en la zona lumbar y dolores crónicos que se arrastran durante años.
Conclusión
Revisar el estado de tus pies y de tu calzado es fundamental para prevenir problemas futuros. Si detectas alguna de estas señales, es hora de cambiar a un calzado respetuoso que cuide tu salud.
En Garós, especialistas en calzado barefoot, encontrarás una selección de modelos diseñados para respetar la forma natural del pie en todas las edades.
0 reacties